miércoles, agosto 24, 2005

Rojo sangre


A veces pienso lo placentero que sería matar a alguien. Sentir la suavidad
del cuchillo penetrando en la jugosa carne, y escuchar el crujido cuando se
incrusta. Ver deformarse la cara de tu rival, sus gritos retumbandote en tu
cabeza y la sensación de regocijo de que nadie la escuchará. Dar el primer
puñal es el más díficil, pero el mas doloroso, es el primero, va con bronca,
el segundo es con placer y el tercero te envicia, y das otro y otro, y tu
pobre víctima indefensa, te mira con desesperación, sus ojos profundos
parecen no verte, pero su rostro tiembla y su recuerdo sufre.
Ella piensa por última vez, proyecta una última vez su futuro, se acongoja por su
presente, y deja escapar una pequeña sonrisa por su pasado.

Su vida termina con una tibia sensación recorriendo su cuerpo.

jueves, agosto 18, 2005

Reencuentro

Capaz porque no sé cómo empezar, no hago comienzos, simplemente me expreso.
Expreso esos sentimientos que no se ven a simple vista, ya que una sonrisa no es sinónimo de felicidad, ni una lágrima de tristeza. Por eso intento usar métodos distintos e innovar, aunque no sea novedoso, son formas distintas de hacerse notar, aunque no quieras que nadie te vea.
Es como esconderte detrás de un vidrio, te protege del frío, pero no de las miradas; del impácto, pero no del golpe.
Y en cada paso es una gota que muere sobre el pavimento frío. Y al acercarse el corazón se agita. Y la espera no desespera, ya no molesta, ya es cotidiano. Y la llegada. En la llegada se despabilan los párpados, se sonrojan las pestañas y florecen los recuerdos.
El viaje es el caminar sobre la fantasía de una nube. Se escapan sueños, se consuman delirios, se fabrican utopías.
El estar es un espejismo, un viaje en estrella fugaz. Un universo de sensaciones. Un suspiro interminable. Se fusionan ilusiones. Brillan expresiones.
Se siente una felicidad exagerada, que pronto será permanente. Y aunque algo intente derribarte, la sombra de este bienestar será mayor y no lo sentirás.

Capaz porque no sé cómo terminar, no hago finales, simplemente me expreso.

domingo, agosto 07, 2005

No me llamaste.

A veces pienso que insistí inutilmente.

No exijo mucho, enserio. Solo pido un estar, una compañía.

Un querer ser. El querer disfrutar. El comprimiso de acompañar.

Yo sé que no lo haces a propósito, pero ojalá entiendas que para mi las cosas no son obvias y que esta bueno que me las repitas.

Es que tenes esa facilidad para mezclar personalidades, aunque éstas sean complejas, la tuya es tan enredada y obsesiva como delicada y oculta.
Es como una mezcla de ingredientes picantes con los dulces y los agrios con los suaves y exóticos.

Pero igual, por alguna razón, tengo esas ganas locas de verte. Ese ímpetu por experimentar esas aventuras, repetir las viejas y crear nuevas.

Yo quiero eso, al señor complicado.

De qué tenes miedo?

De disfrutarlo?